jueves, 10 de noviembre de 2011

Un Legado Espantoso


Fukushima
La mayor contaminación 
radiactiva marina 
localizada de la historia



Un informe fechado el 27 de octubre de 2011 ha confirmado lo que muchos intuíamos razonablemente desde hace meses, desde la hecatombe nuclear nipona.
Según informa EFE [1], el Instituto de Investigación de Seguridad Nuclear de Francia (IRSN), un organismo público del país vecino, la máxima autoridad en investigación sobre seguridad nuclear de Francia, ha señalado que el accidente nuclear del pasado mes de marzo “provocó la mayor contaminación radiactiva marina localizada de la historia” [1 ]. ¡La mayor contaminación localizada!, vale la pena resaltarlo.
El IRSN ha interpretado los resultados de la medición de cesio-137 en el agua del mar y ha actualizado su estimación de la cantidad total de ese elemento "vertida directamente en el mar entre el pasado 21 de marzo [diez días después del accidente] y mediados de julio". No hay datos sobre vertidos posteriores, que, sabido es, se han seguido produciendo.
La conclusión del informe: "Ese desecho radiactivo en el mar representa el aporte localizado más importante de radioisótopos artificiales [no se habla aquí de la radiactividad natural] jamás observado en el medio marino". Jamás es jamás. La localización de la planta en la cercanía del mar, por motivos básicamente económicos según señalaron y justificaron en su día la Unión de Científicos Concernidos, "ha permitido una dispersión de los radioisótopos excepcional, con una de las corrientes más importantes del globo que aleja las aguas contaminadas hacia el océano Pacífico". Los resultados de medición obtenidos en el agua de mar en los sedimentos costeros, se afirma en el informe, hacen suponer, solo suponer, “que las consecuencias del accidente en términos de 'radioprotección' se volverán débiles para las especies pelágicas a partir del otoño de 2011". A partir de este momento, de otoño de 2011, no antes.
Como era previsible, la contaminación más importante se produjo inmediatamente después del accidente, consecuencia del vertido de aguas contaminadas que provenían de los cuatro reactores dañados, con fusión del núcleo en los tres primeros, por el terremoto. En las inmediaciones de la central llegaron a registrarse concentraciones de millares y millares de becquereles (núcleos radiactivos sin desintegrarse) por litro para el cesio 134 y 137. La contaminación fue disminuyendo progresivamente hasta caer hacia mediados de julio por debajo de los límites de detección de cinco becquereles por litro, los empleados en mediciones de seguridad nuclear.
No hay que tranquilizarse sin embargo. El organismo francés ha señalado también que una polución significativa del agua de mar sobre el litoral próximo a la central accidentada “podría persistir en el tiempo a causa del aporte continuo de sustancias radiactivas transportadas hacia el mar por los arrastres de las aguas de la superficie a su paso por suelos contaminados”.
De hecho, los resultados de las recientes mediciones muestran “la persistencia de una contaminación de especias marinas, principalmente peces, pescados en las costas de la prefectura de Fukushima". Por todo ello, está "justificado que se mantenga la vigilancia a las especies marinas" y que se tomen muestras de éstas en las aguas cercanas.
Esta es también una de las “externalidades” de un industria que, se dijo hasta el cansancio, era segura, fiable, económica, no contaminante y pacífica. ¡Vaya cuento de cuentistas que han sacado y sacan enormes beneficios de una apuesta fáustica irracional y socialmente irresponsable!

Nota:
[1] Público, 28 de octubre de 2011, p. 41

Salvador López Arnal es coautor, junto a Eduard Rodríguez Farré, de Casi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y el medio ambiente. El Viejo Topo, Mataró (Barcelona), 2008. 


viernes, 27 de mayo de 2011

Causas, consecuencias, contaminación y más información sobre esta forma de producir energía

Energía Nuclear



Bárbara Hirtz
15 de marzo de 2011






El desastre natural producido en Japón hace unos días ha causado la alarma mundial en relación a la Energía Nuclear. El terremoto y posterior tsunami en el país oriental trajo como consecuencia una serie de explosiones en diferentes centros nucleares, que no han podido contrarrestar los efectos del seísmo, y ahora son parte importante de los problemas que el pueblo japonés tiene que afrontar, ya que la energía que de ahí sale, que cuesta mucho contener, causa graves inconvenientes en las personas, con serios riesgos ambientales y de contaminación radioactiva.


A partir de esta situación fueron muchos los países, pro energía nuclear, que han salido a garantizar que sus sedes nucleares están totalmente capacitadas para afrontar cualquier tipo de desastre natural. Como contraposición, diferentes organizaciones, como Greenpeace por ejemplo, han aprovechado la oportunidad para pedir la eliminación de cada una de estas plantas nucleares. En fin, el tema ha traído cola.


Pero ahora bien, ¿sabéis exactamente de que se habla cuando se dice Energía Nuclear? Los invito a hacer un repaso y conocer algunos conceptos importantes…


Energía Nuclear


La energía nuclear es aquella que se obtiene de reacciones de fisión o fusión de átomos en las que se liberan gigantescas cantidades de energía que se usan para producir electricidad. La primera planta nuclear generadora de electricidad para uso comercial fue creada en 1956 en Inglaterra, pero rápidamente este método se expandió, alcanzando en 1990 un total de 420 reactores nucleares comerciales en 25 países que producían el 17% de la electricidad del mundo.

Medidas de seguridad


En estas centrales nucleares, productoras de energía nuclear, se toman diferentes medidas de seguridad. Las mismas que hace muy poco Greenpeace denunció que han fallado en el centro nuclear de Fukushima. Estas medidas consisten en colocar el núcleo del reactor dentro de una vasija gigantesca de acero con el objetivo de que si se produce algún tipo de accidente la radiación no salga al medio ambiente. Pues bien, tanto la vasija como el generador de vapor utilizado para la producción se encuentran colocados dentro de un edificio construido con paredes de hormigón armado, de uno a dos metros de espesor, diseñadas para soportar terremotos, huracanes y hasta colisiones de aviones que chocaran contra él. ¡En teoría, claro!

Ideas encontradas


Como imaginarán, dentro de este tema nos encontramos con un grupo que se encuentra a favor de esta forma de generar energía y otro que se encuentra en contra. El primer grupo sostiene que la energía nuclear es mucho menos contaminante que los combustibles fósiles. El segundo grupo, en cambio, argumenta que el hecho de que el carbón y, en menor medida el petróleo y el gas, sean sucios, no es algo a favor de las centrales nucleares. Que lo importante en realidad es lograr que se disminuyan las emisiones procedentes de las centrales que usan carbón y otros combustibles fósiles, lo que tecnológicamente es posible, aunque encarece la producción de electricidad

Contaminación radiactiva


En términos generales una central nuclear que funciona correctamente y sin inconvenientes libera una cantidad mínima de radioactividad en el medio ambiente. Sin embargo, el problema surge cuando se producen algunos accidentes, o como en Japón, cuando fallan las normas de seguridad, ya que cuando por un accidente se producen grandes temperaturas en el reactor, el metal que envuelve al uranio se funde y se escapan radiaciones. Cuando esto sucede las consecuencias son muy graves.

Residuos radiactivos


Estos son otros de los principales problemas, ya que a pesar de que con los adelantos tecnológicos la seguridad ha aumentado, el almacenamiento a largo plazo de los residuos radiactivos que se generan en las centrales sigue siendo de gran peligro. Ya sea en el funcionamiento habitual o en el desmantelamiento, cuando la central ya ha cumplido su ciclo de vida y debe ser cerrada.


miércoles, 25 de mayo de 2011

Plan Ciudadano para actuar en caso de accidente nuclear:


Escala INES para clasificación de episodios críticos



La escala INES del Organismo Internacional de Energía Atómica posee 7 niveles (desde "sin significación para la seguridad" a "accidente grave") y se aplica para "comunicar al público de manera rápida y coherente la importancia desde el punto de vista de la seguridad de sucesos asociados a las fuentes de radiación", según recoge la web del OIEA. Esta escala se aplica a cualquier hecho relacionado con las instalaciones nucleares, además del transporte, almacenaje y uso de material

CONSIGNAS

Los medios anuncian que ha ocurrido un accidente nuclear. 
 
Actúe de inmediato.

Si los medios indican que ha habido "un accidente nuclear" y que "hay liberación de material radiactivo al ambiente" actúe de inmediato.
Se espera que la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) y otros organismos públicos informen lo ocurrido, cuál es la zona en la cual puede registrarse el mayor impacto radiológico (distancia desde la central) y cómo evoluciona la situación.
No existen reglas fijas para estas distancias pero los accidentes nucleares ya registrados indican que el mayor impacto radiológico puede extenderse en un radio variable de hasta 500 y hasta 700 kilómetros alrededor de la central e incluso más lejos.
De acuerdo al nivel de gravedad del accidente ocurrido ("4", "5", "6" o "7" en la escala del INES, siendo 7 el accidente mayor) variará la cantidad y forma de desplazamiento de los materiales radiactivos que se descargaron o siguen descargando. Esa contaminación puede desplazarse por aire (siendo de gran importancia los vientos), por agua superficial (lago, río, ambos), por agua subterránea, por partículas procedentes de suelo contaminado, por alimentos o por una combinación de todas estas vías.
Dado que las condiciones meteorológicas pueden variar, con cambios en la dirección y fuerza del viento todo el año, y días calmos con "tapones de aire caliente" que atrapan los contaminantes a baja altura (sobre todo en otoño-invierno), se asume que el impacto radiológico del accidente será circular alrededor de la central nuclear, y que todas las personas ubicadas hasta cierta distancia deben poner en práctica este Plan Ciudadano.
Usted puede haber estado expuesto a materiales radiactivos contenidos en el aire, el suelo, el agua o los alimentos, que una vez ingresados a su organismo siguen descargando radiación. También puede estar expuesto a la radiación que emite el suelo, los objetos o personas contaminadas con materiales radiactivos. Los materiales radiactivos se acumulan en el organismo. La radiación que ellos producen y la radiación ionizante en general, en cambio, no se acumulan.
 
1. Enciérrese de inmediato

Si se encuentra en su casa, en su trabajo o en un edificio público: quédese donde está y enciérrese en la habitación más aislada, baños por ejemplo, o si lo hubiera, en el sótano. No tome su auto porque correría riesgos y entorpecería la circulación de los vehículos de auxilio.
Si se encuentra fuera o al aire libre: entre al edificio más próximo respirando a través de un pañuelo o trapo húmedo. No se quede afuera. Allí estaría más expuesto a los riesgos. Si aún actuando con rapidez hubiera estado expuesto a la contaminación, sáquese la ropa y el calzado y colóquelos en una bolsa de plástico, llevándola luego al sitio más alejado de las personas y del ambiente habitado. Tome una ducha de agua tibia (no hirviendo) y frótese con jabón. Si usa agua procedente de un depósito que no ha estado en contacto con aire o agua contaminados, recuerde que debe conservarla para utilizarla como agua de bebida principalmente.   
Si el accidente o evento ocurriera en verano, en vacaciones o durante su tiempo libre, y usted hubiese estado en malla, con la mayor parte de su cuerpo expuesto, proceda con el calzado y la ropa tal cual se indicó arriba y tome una ducha con agua tibia y frótese el cuerpo con jabón.    
Si se encuentra en su vehículo: estaciónese. Detenga el motor, déjelo con los vidrios levantados (por si fuera necesario usarlo al terminar la alerta) y entre al edificio más próximo respirando a través de un pañuelo, trapo húmedo o mascarilla. No permanezca en el auto. Allí no está seguro.
Si usted vive en una zona rural: en tanto la emergencia recién comience y no haya riesgo inmediato, trate de proteger con lonas u otro material los vegetales y el forraje expuestos. Recoja el ganado que está pastando, lleve los animales a un granero o galpón cubierto y enciérrese. Si el riesgo es inmediato, omita lo anterior y manténgase a cubierto.
No ingrese a su lugar de encierro ningún elemento u objeto que haya estado a la intemperie y que pudiera estar contaminado.
Recuerde que los perros y gatos u otros animales domésticos que hubieran estado expuestos podrían contener materiales radiactivos en su pelaje.

2. Cierre todo

Un ambiente cerrado disminuye la eventual penetración de aire contaminado con materiales radiactivos. Cierre las puertas y las ventanas. Tape las aberturas, rendijas y caños que estuvieran en contacto con el exterior utilizando trapos mojados, papel de diario, cintas adhesivas u otros materiales.
Apague todo sistema de refrigeración, calefacción, acondicionadores y extractores de aire. Tape los agujeros que tengan contacto con el exterior (ventilación de calefones por ejemplo). Cierre las cortinas. Si los vidrios de las ventanas estuvieran rotos refúgiese en habitaciones con las ventanas intactas o en baños sin ningún tipo de ventanas ni ventilación. Elija siempre el cuarto más aislado del aire exterior.
 
3. No vaya a buscar los chicos a la escuela

Sus hijos e hijas estarán más seguros en la guardería, escuela, colegio o universidad que en la calle. Las maestras y profesores conocen perfectamente las consignas de seguridad: se ocuparán de ellos y los cuidarán.  Por otra parte, si usted se movilizara, se arriesgaría inútilmente y entorpecería las tareas de socorro.
 
4. No telefonee. Manténgase quieto

Definitivamente no use el teléfono para que no colapse el sistema de comunicación. Las líneas telefónicas deben quedar libres para las urgencias y los socorros. Toda la información le será comunicada por radio y televisión. Manténgase quieto y lo más calmado posible. 
 
5. Escuche la radio y la televisión.
 
Cuando esté en lugar seguro encienda su radio. Lo más conveniente es una radio portátil pues puede trasladarla a cualquier sitio. También puede encender su televisor si estuviera ubicado en el lugar más aislado de la vivienda o edificio. Escuche atentamente los mensajes que emiten las autoridades. La radio y la televisión le proporcionarán datos sobre la magnitud y características del accidente, evolución de la situación, sitios más afectados, dirección del viento y consignas que usted debe respetar. 

6. Prepárese para resistir hasta la posible evacuación
 
Prepárese para resistir encerrado la mayor cantidad de tiempo posible. No fume. Mantenga su organismo lo menos alterado posible. Solo use los alimentos que no estuvieron en contacto con el aire exterior presuntamente contaminado. Recuerde que los alimentos enlatados, los guardados en recipientes y los rodeados con filmes de polietileno u otros plásticos no pueden contaminarse con materiales radiactivos. Lo mismo sucede con bebidas que estuvieran cerradas.
Si algún alimento hubiera estado expuesto a la contaminación no lo ingrese a la vivienda o lugar de encierro. Si por razones de supervivencia debiera utilizar un alimento presuntamente contaminado, asegúrese de lavarlo con agua sin contaminar. 
Solo use el agua que no haya podido recibir materiales radiactivos. Por ejemplo agua de termotanque, agua de los depósitos de inodoro, agua de botellones, líquidos contenidos en heladeras, etc. El agua de los tanques domiciliarios es relativamente segura en tanto el tanque esté aislado y no le ingrese agua de red contaminada. 
De ser posible consuma alimentos ricos en antioxidantes (verduras, frutas, yogurt, pastillas antioxidantes) pues mejora dentro de su organismo el control interno de los oxidantes generados por la radiación.
Previendo una eventual escasez de alimento y agua racione lo que consume mientras dura el encierro.  
Si hubiese estado expuesto a la contaminación exterior, y las indicaciones de la radio y la televisión lo sugieren, tome pastillas de Iodo (Ioduro de Potasio). Esto reduce la posibilidad de que su glándula tiroides acumule el Iodo-131 radiactivo contenido en el aire, agua o alimentos contaminados. Todas las personas –en especial mujeres embarazadas y niños- solo deben comenzar a tomar tabletas de Iodo cuando lo recomienden las autoridades. Estas son las dosis indicadas de Ioduro de Potasio.
Adultos, adolescentes y mujeres embarazadas con más de 12 años de edad: un comprimido de 130 miligramos por día.
Niños de 3 a 12 años de edad: medio comprimido por día (65 miligramos).
Niños con 1 mes a 3 años de edad: un cuarto de comprimido por día (32,5 miligramos).
Bebés, desde recién nacidos hasta el mes de edad: una octava parte de comprimido (16,25 miligramos).
Las personas con trastornos de funcionamiento de la glándula tiroides deben tomar Iodo con precaución (por ejemplo hipertiroidismo). El uso de tabletas de Iodo estable está contraindicado en los siguientes casos: hipertiroidismo activo, hipersensibilidad al Iodo, dermatitis herpetiforme y vasculitis hipocomplementémica. 
A partir de su fecha de elaboración las tabletas que son mantenidas en lugares frescos y secos conservan sus propiedades por 5 años. 
Recuerde que el Iodo de las tabletas solamente ayuda a protegerlo del Iodo radiactivo (Iodo-131), y que no lo protege de otros materiales radiactivos ni de la radiación ionizante.
 
No salga afuera aunque las condiciones le parezcan seguras. La radiación no se huele, no se ve ni puede tocarse. 

7. Evacuación.

Si llegase a disponerse una evacuación, diríjase con su familia al punto de reunión o destino que indiquen las autoridades. Utilice su vehículo particular. Si no lo tuviera solicite ayuda a los vecinos que sí poseen movilidad. Ayude a las personas que requieren su apoyo (niños, personas con movilidad reducida, enfermos, ancianos).  
Prepare un bolso con los elementos indispensables para un viaje corto (de unos pocos días), asegurándose que esos elementos no hayan estado expuesto al aire contaminado. Lleve toallas y jabones. Si se encuentra bajo tratamiento médico no olvide sus medicamentos. Asegúrese de tener sus documentos, tarjetas de crédito o débito si las tuviera y dinero para eventualidades.
Lleve botellas con agua que no haya estado expuesta a la contaminación. Si tiene pastillas de Iodo llévelas con usted. 
Las familias que tengan lactantes deben llevar la leche en polvo que están utilizando mientras no haya estado expuesta al aire contaminado.
Ante de abandonar su hogar o el edificio donde se encuentra asegúrese de dejar todo cerrado. No deje prendidos artefactos eléctricos, ni aire acondicionado ni calefactores.
Siga las mismas precauciones que utilizó al ingresar. En la medida de lo posible desplácese sin tocar los objetos y superficies localizadas a la intemperie, y cúbrase boca y nariz con un pañuelo, con un trapo húmedo o con una mascarilla. Es recomendable llevar vestimenta que cubra todo el cuerpo y sombrero, gorra u otro elemento para cubrir parcialmente la cabeza. Si llueve es muy importante usar el paraguas pues la lluvia podría estar contaminada con materiales radiactivos.   
Al desplazarse con el vehículo asegúrese de tener cerrado el aire acondicionado, ventilador o calefactor del vehículo. Cierre todas las ventanillas del auto. Mantenga la calma y maneje con cuidado.
Al llegar al sitio de evacuación las autoridades indicarán los procedimientos y podrán eventualmente medir la radiactividad en ropas, objetos y alimentos. En función de las lecturas de radiactividad le indicarán cuáles son los pasos a seguir.     

8. Fin de la Alerta o Emergencia

Cuando el riesgo de contaminación haya disminuido lo suficiente las autoridades indicarán el cese del encierro. Se considera que esto ocurre cuando el reactor o depósito de residuos radiactivos ha dejado de emitir materiales radiactivos al ambiente.
Sin embargo, recuerde que el ambiente situado fuera de su sitio de encierro puede tener contaminantes radiactivos, en especial el suelo, el agua y los alimentos expuestos, los objetos y las superficies de las construcciones. Si se desplaza muévase lentamente, no toque los objetos y superficies ni genere movimientos importantes del suelo. No se siente en el césped ni sobre el suelo, no utilice piletas de natación descubiertas ni consuma frutas y legumbres que hayan estado a la intemperie.
Si llegase a necesitar movilizarse en su auto, haberlo dejado con los vidrios levantados redujo seguramente el ingreso de contaminantes radiactivos. Al ponerlo en marcha y desplazarse hágalo con los vidrios levantados y anulada la calefacción, ventilación o aire acondicionado. Circule lo más lentamente posible para reducir la dispersión de material contaminado.       

Prepárese para un eventual
accidente o evento nuclear
Asegúrese que haya copias de este documento en distintos lugares de la vivienda o institución. Pegue o coloque copias de las consignas en lugares fácilmente visibles ("Plan Ciudadano: consignas para actuar"). Deben estar protegidos del agua, del Sol y del roce mecánico.

Identifique en su casa o lugar de trabajo la habitación más aislada del aire exterior. Verifique que tenga suficiente espacio para usted y quienes pudieran acompañarlo. Asegúrese que todos conozcan la existencia de esta habitación de seguridad.
Mantenga siempre en esa habitación trapos que puedan ser humedecidos y agua. También una linterna.
Trate de tener siempre cerca un receptor de radio portátil. Verifique que tenga sus baterías en condiciones.
Si es responsable de un negocio, escuela o edificio donde normalmente hay muchas personas, adapte estas consignas de seguridad para que todos se beneficien. Identifique las habitaciones o ambientes de seguridad.
Logre un máximo aislamiento de su casa y oficina, o de la escuela y edificios públicos. Aplique burletes y otros dispositivos para frenar cualquier penetración de aire contaminado con materiales radiactivos. Mejore el cierre de puertas y ventanas. Aísle perfectamente del aire exterior su tanque de agua.
Identifique los sitios donde existen alimentos y agua que no serían contaminados por una nube radiactiva que pasase sobre la vivienda.
Tenga pastillas de Iodo (no radiactivo) para tomarlas en caso de contaminación con Iodo radiactivo. Vigile su fecha de vencimiento. Deje anotadas las dosis aconsejadas y las precauciones.
 
Haga simulacros de accidente y ponga a prueba todas las consignas. Practique una eventual evacuación con su vehículo, si lo tiene, o bien coordine el ensayo con vecinos que sí lo tengan. Toda la familia debe participar de este simulacro. Detecte las fallas que cometen. Traten de enmendarlas en conjunto.
En caso de accidente real, tome nota de lo sucedido cuando disminuyan los riesgos. Registre los efectos que pudiera haber provocado el accidente sobre usted y otras personas. Evalúe la actuación que tuvieron las autoridades. Obtenga información sobre las causas del accidente y porqué ocurrió. Haga oír su voz de protesta para que lo sucedido no vuelva a repetirse.




Autor: Prof. Dr. Raúl A. Montenegro, Biólogo
Colaboraron: Nayla Azzinnari (Revisión)
Alejandro Noriega (Apoyo Gráfico)
Copias de este documento deben estar disponibles en distintos lugares de los hogares e instituciones. La parte del documento con consignas puede reproducirse separadamente y ser colocada, protegida del agua, del Sol y del roce mecánico, en lugares fácilmente visibles.
Nuestro trabajo tiene una limitación: para que funcione es necesario que el gobierno avise públicamente cuándo ocurre un accidente, cuál es su gravedad de acuerdo a la escala INES y hasta dónde llegan sus efectos.
Este documento y sus consignas quedan abiertos a revisión permanente para mejorarlos como herramienta preventiva. Pueden enviarse mensajes a las siguientes direcciones de correo electrónico:
funam@funam.org.ar
funam.prensa@hotmail.com
biologomontenegro@gmail.com
También pueden contactarnos por correo convencional, teléfono y Skype:
Casilla de Correo 83, Correo Central
(5000) Córdoba, Argentina
Teléfono fijo: 03543-422236
Desde otros países: 54-3543-422236
Teléfono celular: 0351-155 125 637
Desde otros países 54-9-5 125 637
Skype: raulmontenegro.ar

Este material puede ser reproducido, citando el autor y la fuente. Se ruega remitir una copia de lo publicado a funam@funam.org.ar

Cuarta central nuclear argentina

Resultados de la gira de tres ministros a Moscú

Rusia ayudaría a construir un reactor de uranio

Se comprometió a cooperar con Argentina en energía nuclear.

Diario El Tribuno de Jujuy - martes 24 de mayo de 2011 
 TIMERMAN. FIRMA ENTENDIMIENTOS INTERNACIONALES EN MOSCU.
TIMERMAN. FIRMA ENTENDIMIENTOS INTERNACIONALES EN MOSCU.
Argentina y Rusia podrían encarar conjuntamente la construcción de un reactor de uranio enriquecido de 640 megavatios de potencia, en el marco de acuerdos de cooperación entre ambos países en materia de energía nuclear. Así lo reveló en Moscú el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, al término de una reunión con Sergei Kiriyenko, presidente de la corporación estatal de Energía Atómica (Rosatom), luego de firmar un convenio complementario del memorándum de entendimiento sobre cooperación en usos pacíficos de la energía nuclear, rubricado en ocasión de la visita del presidente ruso, Dimitri Medvedev, a la Argentina. Como parte de la visita oficial a ese país, junto al canciller Héctor Timerman y el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, De Vido destacó que “el reconocimiento argentino a Rusia como economía de mercado”, posibilitará activar “proyectos de interés bilateral que tenían alguna dificultad para encontrar financiamiento, por caso en materia hidroeléctrica y la propuesta de la cuarta central nuclear argentina”. 

Voceros oficiales de la delegación argentina detallaron que en este último caso, De Vido recordó que Rusia (a través de Rosatom) es uno de los oferentes precalificados, junto con China, Estados Unidos, Francia y Corea, para un emprendimiento que es estratégico para la Argentina”.

La cuarta central nuclear está contemplada en el Plan Energético Nacional y el proyecto implica la construcción de un reactor con 1.000 megavatios de potencia, en una zona aledaña a las centrales Atucha I y Atucha II, esta última próxima a inaugurarse. En el contenido de los acuerdos firmados, aparece que el comercio bilateral tenga gran participación de productos con alto valor agregado, que implican trabajo, o sea que no tienen que ser sólo commodities. Argentina importa por valor de 50 mil millones de dólares por año y las importaciones rusas son sólo de 397 millones.


lunes, 23 de mayo de 2011

Ocurren accidentes que se mantienen en secreto

Alertan que puede ocurrir un accidente como en Chernobyl

Un experto en energía nuclear dijo que en Atucha y Embalse se libera al ambiente la misma sustancia radiactiva que en la central ucraniana. Denunció que ocurren accidentes que se mantienen en secreto. 

Diario UNO - Entre Rios -  26 de abril de 2011
Entre Ríos está dentro del radio de riesgo de Atucha I.ENTRE RÍOS ESTÁ DENTRO DEL RADIO DE RIESGO DE ATUCHA I.
El biólogo Raúl Montenegro, presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente, volvió a alertar que en las centrales nucleares argentinas puede ocurrir un accidente como el ocurrido en Chernobyl hace 25 años, pero aseguró que las autoridades gubernamentales no tienen en cuenta esa posibilidad y no preparan a la ciudadanía.

“Hay que asumir que puede existir el peor accidente posible”, sostuvo Montenegro este martes, en declaraciones a la 97.1, La Red Paraná. “Esos accidentes se pueden deber a fallas humanas, fallas técnicas –el reactor más antiguo que es el de Atucha I las tiene y muy seguido– a actividad sísmica, a un acto terrorista o una combinación como pasó en Fukushima”, agregó.

Sobre el peligro que representa para Entre Ríos la central de Atucha I, ubicada en Lima, Buenos Aires, dijo que la provincia “está dentro del radio de riesgo” y “el gobierno de Entre Ríos no ha adoptado ninguna medida, ni tampoco el de Buenos Aires o el Córdoba (por la central de Embalse), con la creencia de que si la gente no está preparada se va a preocupar menos”.


“Hay algo que es fundamental, primero la vigilancia de lo que ya existe, algo que las provincias no hacen, lo hace solamente la Nación y no en forma independiente”, dijo. “A su vez, hemos visto el área de impacto: en el caso de Chernobyl el área de mayor contaminación fue de aproximadamente 500 kilómetros; si le agregamos una zona de prevención, serían aproximadamente 700. En toda esa zona las personas tienen que estar preparadas. En Atucha I, por ejemplo, en la zona de Zárate, como en el caso de Embalse, solamente se hacen simulacros para 10 kilómetros”, añadió.

Además denunció que “se mantienen en secreto la gran cantidad de accidentes que han tenido todas estas plantas, incluso algunos de ellos, realmente muy graves”. Por eso dijo que asumió “una posición muy crítica” sobre el tema.

Haciendo una comparación con lo ocurrido en la central ucraniana, dijo que “en Chernobyl lo que era distinto era la tecnología, el envolvente”, pero “todo lo que había en el corazón del reactor nuclear es lo mismo que hay en Atucha I y en Embalse”.

“La población no suele conocer que tanto en Atucha como en Embalse no hay una fuente de riesgo sino que son dos: una es el propio reactor y la otra es el depósito de combustible agotado, que está cerca de la planta, y que tiene mucho más material radiactivo y lo que es peor: con mucha menos protección que en la propia central”, aseguró Montenegro.

Otro elemento que tampoco se conoce –dijo– es que las dos plantas durante su funcionamiento rutinario, es decir todos los días, descargan isótopos radiactivos al ambiente. Se trata de la misma sustancia que en Chernobyl, aunque en cantidades pequeñas. “Pero, y esta es otra cosa que tampoco se dice claramente desde el gobierno, no hay ningún valor de seguridad en términos de materiales radiactivos, osea: cualquier valor de radiación es de riesgo”.

“Todos estos elementos implican que los países tengan que hacer un fuerte replanteo, como está pasado en este momento en Alemania. Porque mantenemos un plan parásito, gigantesco, para tener un miserable 7% de energía, que es lo que produce Argentina con Atucha I y Embalse. No hay ninguna relación entre el peligro y lo que se eobtiene de energía”, sostuvo.

El experto dijo que a nivel mundial sólo hay 31 países que tienen reactores nuclares de potencia, entre ellos Argentina. Denunció también que el programa nuclear nacional fue básicamente desarrollado, en las principales decisiones, durante gobiernos militares. “No debemos olvidar que Argentina en algún momento trabajó para el desarrollo de un artefacto nuclear”.

La energía más cara
Montenegro resaltó que a la nuclear siempre se la muestra como una energía barata, pero en realidad es lo contrario: “Es la más cara de todas, porque sólo consideran el precio del uranio y se omite la tremenda infraestructura que necesita una energía tan peligrosa. Es la única fuente de energía que tiene un compromiso transgeneracional. Pensemos que el plutonio 239, que es uno de los radio isótopos producidos por las centrales nucleares, tiene una vida media de 24.000 años. El riesgo se multiplica por diez: nos da 2.400 siglos. Ese es el horizonte de riesgo”.

"Marcará un Antes y un Después"


Proyecto Equo afirma que tras Fukushima "comienza el final de la energía nuclear"

Foto de la Noticia
Foto: REUTERS
MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -


   El director de Proyecto Equo, Juan López de Uralde, ha afirmado que el accidente de Fukushima "va a marcar un antes y un después", tal y como ocurrió con Chernobyl, y añade que, pese a que la industria nuclear ha hecho un trabajo muy grande de opinión pública tratando de convencer de que era segura, después de este accidente "comienza el final de la energía nuclear".
   En una entrevista a RNE recogida por Europa Press, López de Uralde ha señalado que "hay una ola de cambio en Europa" que demanda "nuevas formas" de hacer política y "eso es lo que representa al movimiento verde".

   De esta forma, en lo que respecta a su futura constitución como partido, el responsable del Proyecto Equo ha advertido de que "hay que hacer un esfuerzo para cambiar la ley electoral" para que "realmente la diversidad de opiniones que existe en la sociedad esté mejor representada".

   Asimismo, ha confirmado que el futuro partido se marca como "primera meta" las elecciones de 2012 con el objetivo de que haya en España una opción verde con relevancia política. "Entrar en el Congreso sería un éxito, nuestro objetivo es conseguir grupo parlamentario, pero será muy difícil", ha apostillado.
   En este punto, ha recordado que no cuentan con el apoyo de ningún gran poder. Así, ha concretado que se trata de un grupo "totalmente independiente" que considera la política "como medio y no como un fin" para llevar a cabo sus reivindicaciones.

"NO SÓLO QUEREMOS SER VERDES"

   En cualquier caso, López de Uralde ha explicado que no sólo quieren ser verdes, ya que hay otros temas que interesan "como puede ser la equidad social, los derechos humanos o la reivindicación radical de la democracia".

   Por otro lado, al ser preguntado por su pasado en la dirección de Greenpeace, ha indicado que sus años en ese "puesto de responsabilidad" le han servido para aprender mucho. "No es sólo una escuela sino una universidad y las cosas aprendidas serán de utilidad para el trabajo que se está llevando a cabo en Equo", ha añadido.

   Finalmente, ha adelantado alguna de las propuestas de la plataforma, como es la apuesta por la economía verde como "un yacimiento de empleo enorme", desarrollando las PYMES y aumentando la superficie de agricultura ecológica. Además, ha mostrado su preocupación por el cambio climático y ha advertido de que "aunque no se pueden evitar los daños que ya se han causado, aún hay tiempo para evitar que empeore".

Monstruos del capital: Frankenstein y Fukushima


El capital es un pseudo-sujeto desatado en todos los rincones del globo que devora el medio ambiente, minando las bases de toda vida.
Chris Gilbert | 19-5-2011  
www.kaosenlared.net/noticia/monstruos-capital-frankenstein-fukushima



PORTADA DE FRANKESTEIN DE MARY SHELLEY

























El Capital de Marx –como Frankenstein de Mary Shelley, Drácula de Bram Stoker, y también varios de los cuentos de E.T.A. Hoffmann– es un texto habitado por no pocos monstruos y vampiros. En sus tres tomos encontramos la historia de algunas cosas que toman vida propia, se automatizan y amenazan a sus creadores: estos objetos preñados de vida chupan la sangre y engañan sistemáticamente a los seres humanos, a veces acabando con sus vidas. Antes, en “El Manifiesto del Partido Comunista”, Marx (con Engels) había aludido a una balada de Goethe, “Der Zauberlehrling”, en la que el aprendiz del brujo pierde control de un medio de producción y exclama algo así como: “¡Los espíritus que he conjurado no me obedecen!”. Los lectores de mi generación conocerán esta historia por la versión –de sesgo autoritario– de Disney, con Mickey en el papel del aprendiz desobediente.
Es interesante –y es parte de lo que se puede llamar la arqueología del marxismo– que los aspectos de la obra de Marx que tratan la animación de las cosas pasan generalmente a un segundo plano tras la muerte de su autor. Durante casi un siglo, El Capital es leído como una guía en la lucha cotidiana y progresista que nos muestra, por un lado, como la clase burguesa roba el plustrabajo a los obreros y, por otro, como éstos pueden enfrentar y luchar contra su explotación. En cambio, la lógica fetichista del capital como amenaza a la vida y al planeta, el capital como pseudo-sujeto monstruoso o fuerza vampírica que se apropia de nuestra subjetividad –un “ser” desatado como el que retrató la joven Mary Shelley más de dos décadas antes de Marx– prácticamente desaparece de las interpretaciones del libro hasta que nos acercamos al cambio de siglo, de milenio.
Hoy este Capital y este Marx están de vuelta y con urgencia. La amenaza de “lo que hemos conjurado” despunta muy visiblemente con el acontecimiento “Fukushima”. Sin embargo, en el caso de Fukushima, caben las mismas dudas que se expresan a menudo frente al monstruo de Frankenstein, cuyo personaje –y hasta su nombre– se tiende a confundir con el de su creador (con este “desliz” semántico se muestra la cosificación de un proceso). Es decir ¿“Fukushima” es una cosa (la planta), un fenómeno (la fusión de las barras), o una tendencia (la sobreacumulación del capital)? ¿Cuál es la creación y quiénes son en última instancia los creadores, por no hablar de los responsables? En cualquier caso, lo que sí tenemos claro es que, como dijo en un momento el ministro francés Eric Besson, se ha “perdido el control básico de la situación”.
En realidad Besson, defensor de oficio de la energía nuclear, desconocía el alcance que tendrían sus palabras. Porque la pérdida de control básico sobrepasa con mucho la situación en la planta japonesa: primero, no es únicamente una central nuclear que se escapó de control, sino también la energía nuclear en sí –energía que, junto a la lógica del capital, sigue adelante como negocio monstruoso y auto-propulsado a pesar de la voluntad popular que se expresa en su contra. A fin de cuentas, el problema es que nosotros no somos los sujetos: el sujeto es el capital (sujeto que, por cierto, se personifica en los capitalistas).
Más allá de sus manifestaciones desastrosas en Fukushima y en la energía nuclear, el capital es un pseudo-sujeto desatado en todos los rincones del globo que devora el medio ambiente, minando las bases de toda vida. Es una suerte de autómata que traga y mata compulsivamente como “si tuviera amor en el cuerpo” –según la frase de Goethe que Marx citó varias veces. Ha aparecido, afirman los Grundrisse, “un monstruo animado” que “es de hecho el coordinador” de un obrero que ya sólo “existe como accesorio vivo, y aislado, en esa unidad objetiva”. El “valor que se valoriza a sí mismo” es descrito en El Capital como “un vampiro [que] no se desprende [del obrero] mientras quede por explotar un músculo, un tendón, una gota de sangre”.
En la novela de Mary Shelley, el científico Victor Frankenstein viaja al Polo Norte para matar al monstruo, quien –muy sorprendentemente– promete suicidarse. En 2001: Odisea en el Espacio de Stanley Kubrick, el tripulante Dave entra en una lucha de vida o muerte con HAL/IBM, un monstruo bastante más moderno. Y aun más recientemente, Matrix presenta un combate virtual de Neo con una mega máquina cibernética que es expresión del intelecto general (pero no colectivo). En los tres casos tenemos ficciones, que –como talesconcluyen con soluciones ficcionales. Lo imprescindible del aporte de El Capital de Marx –la crítica de la economía política– es que nos explica de manera pormenorizada el funcionamiento del monstruo mientras apunta a su superación con pasos colectivos. La idea es alcanzar una sociedad de productores asociados que construyan su propia historia y no permitan que la escriba una fuerza ajena y por lo tanto monstruosa.
19/05/2011