Alertan que puede ocurrir un accidente como en Chernobyl
Un experto en energía nuclear dijo que en Atucha y Embalse se libera al ambiente la misma sustancia radiactiva que en la central ucraniana. Denunció que ocurren accidentes que se mantienen en secreto.
El biólogo Raúl Montenegro, presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente, volvió a alertar que en las centrales nucleares argentinas puede ocurrir un accidente como el ocurrido en Chernobyl hace 25 años, pero aseguró que las autoridades gubernamentales no tienen en cuenta esa posibilidad y no preparan a la ciudadanía.
“Hay que asumir que puede existir el peor accidente posible”, sostuvo Montenegro este martes, en declaraciones a la 97.1, La Red Paraná. “Esos accidentes se pueden deber a fallas humanas, fallas técnicas –el reactor más antiguo que es el de Atucha I las tiene y muy seguido– a actividad sísmica, a un acto terrorista o una combinación como pasó en Fukushima”, agregó.
Sobre el peligro que representa para Entre Ríos la central de Atucha I, ubicada en Lima, Buenos Aires, dijo que la provincia “está dentro del radio de riesgo” y “el gobierno de Entre Ríos no ha adoptado ninguna medida, ni tampoco el de Buenos Aires o el Córdoba (por la central de Embalse), con la creencia de que si la gente no está preparada se va a preocupar menos”.
“Hay algo que es fundamental, primero la vigilancia de lo que ya existe, algo que las provincias no hacen, lo hace solamente la Nación y no en forma independiente”, dijo. “A su vez, hemos visto el área de impacto: en el caso de Chernobyl el área de mayor contaminación fue de aproximadamente 500 kilómetros; si le agregamos una zona de prevención, serían aproximadamente 700. En toda esa zona las personas tienen que estar preparadas. En Atucha I, por ejemplo, en la zona de Zárate, como en el caso de Embalse, solamente se hacen simulacros para 10 kilómetros”, añadió.
Además denunció que “se mantienen en secreto la gran cantidad de accidentes que han tenido todas estas plantas, incluso algunos de ellos, realmente muy graves”. Por eso dijo que asumió “una posición muy crítica” sobre el tema.
Haciendo una comparación con lo ocurrido en la central ucraniana, dijo que “en Chernobyl lo que era distinto era la tecnología, el envolvente”, pero “todo lo que había en el corazón del reactor nuclear es lo mismo que hay en Atucha I y en Embalse”.
“La población no suele conocer que tanto en Atucha como en Embalse no hay una fuente de riesgo sino que son dos: una es el propio reactor y la otra es el depósito de combustible agotado, que está cerca de la planta, y que tiene mucho más material radiactivo y lo que es peor: con mucha menos protección que en la propia central”, aseguró Montenegro.
Otro elemento que tampoco se conoce –dijo– es que las dos plantas durante su funcionamiento rutinario, es decir todos los días, descargan isótopos radiactivos al ambiente. Se trata de la misma sustancia que en Chernobyl, aunque en cantidades pequeñas. “Pero, y esta es otra cosa que tampoco se dice claramente desde el gobierno, no hay ningún valor de seguridad en términos de materiales radiactivos, osea: cualquier valor de radiación es de riesgo”.
“Todos estos elementos implican que los países tengan que hacer un fuerte replanteo, como está pasado en este momento en Alemania. Porque mantenemos un plan parásito, gigantesco, para tener un miserable 7% de energía, que es lo que produce Argentina con Atucha I y Embalse. No hay ninguna relación entre el peligro y lo que se eobtiene de energía”, sostuvo.
El experto dijo que a nivel mundial sólo hay 31 países que tienen reactores nuclares de potencia, entre ellos Argentina. Denunció también que el programa nuclear nacional fue básicamente desarrollado, en las principales decisiones, durante gobiernos militares. “No debemos olvidar que Argentina en algún momento trabajó para el desarrollo de un artefacto nuclear”.
La energía más cara
Montenegro resaltó que a la nuclear siempre se la muestra como una energía barata, pero en realidad es lo contrario: “Es la más cara de todas, porque sólo consideran el precio del uranio y se omite la tremenda infraestructura que necesita una energía tan peligrosa. Es la única fuente de energía que tiene un compromiso transgeneracional. Pensemos que el plutonio 239, que es uno de los radio isótopos producidos por las centrales nucleares, tiene una vida media de 24.000 años. El riesgo se multiplica por diez: nos da 2.400 siglos. Ese es el horizonte de riesgo”.
Montenegro resaltó que a la nuclear siempre se la muestra como una energía barata, pero en realidad es lo contrario: “Es la más cara de todas, porque sólo consideran el precio del uranio y se omite la tremenda infraestructura que necesita una energía tan peligrosa. Es la única fuente de energía que tiene un compromiso transgeneracional. Pensemos que el plutonio 239, que es uno de los radio isótopos producidos por las centrales nucleares, tiene una vida media de 24.000 años. El riesgo se multiplica por diez: nos da 2.400 siglos. Ese es el horizonte de riesgo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario